¿Por qué son poco seguras?

Son gratuitas, están por todas partes y son cómodas, pero las redes wifi públicas son tan apetecibles para los piratas informáticos como para los usuarios. No es necesaria la autenticación cuando te conectas, por lo que los piratas pueden acceder libremente a los dispositivos no protegidos que estén en la misma red. Además, no se debe confiar en los estándares de cifrado de los wifi porque suelen tener fallos. Es el paraíso de los piratas. 

Puede que ya sepas que conectarse a puntos de acceso a internet de las redes wifi públicas de hoteles, aeropuertos o cafeterías es poco seguro y potencialmente peligroso. A pesar de esto, casi un 60 % de nosotros admite haber iniciado sesión en cuentas de correo electrónico personales desde conexiones públicas.

¿Cuáles son los riesgos de las redes wifi públicas?

Da igual si accedes a una red wifi pública desde un portátil, un smartphone o una tablet, los peligros son universales. Aquí vamos a destacar cuatro, pero hay muchas más estafas y ataques que pueden usarse para acceder a tus datos privados.

Los atacques de intermediario se producen cuando un tercero malicioso intercepta tu comunicación. Se pueden presentar en forma de sitios web falsos, interceptar tus contraseñas y acceder a tus archivos de datos. Dado que los datos en redes wifi públicas no están cifrados, sus usuarios son especialmente vulnerables a este tipo de ataques.

 
Aunque solo te conectes durante unos minutos a un punto de acceso a internet, se podrían robar tus datos. Mediante programas gratuitos que observan los paquetes de datos, los piratas informáticos pueden interceptar y recopilar los datos que se transmiten por las redes wifi públicas. Estos flujos de datos, o paquetes, pueden descargarse y guardarse para su análisis posterior. Los espías (snoopers) se toman su tiempo y buscan contraseñas, datos personales e información bancaria.

Los secuestros de sesiones se aprovechan de las vulnerabilidades de las cookies, esos pequeños archivos de datos que el navegador almacena en tu dispositivo. Las cookies te ahorran tiempo al almacenar, por ejemplo, tu nombre de usuario y contraseña para que no tengas que teclear tus credenciales cada vez que entras en un sitio web. Sin embargo, al secuestrar la sesión de tu navegador en una red wifi pública, los piratas pueden capturar estos datos con facilidad e iniciar sesiones haciéndose pasar por ti.

Es fácil configurar puntos de acceso wifi maliciosos para que parezcan redes wifi legítimas. Pueden engañarte fácilmente para que inicies sesión y, una vez que tu dispositivo esté conectado a su red, los piratas pueden robar tu información personal al instante. Para que no sea fácil distinguirlos de las redes legítimas, estos puntos wifi malignos suelen tener nombres parecidos, como «Wifi Cafetería» o «Wifi Gratis Aeropuerto».

Recomendaciones para redes wifi públicas

Conéctate a redes seguras siempre que sea posible. En caso de que tengas que usar una red poco segura, asegúrate de que la conexión requiere inicio de sesión o registro.  

Desactiva la conexión automática. Los smartphones, los portátiles y las tablets tienen configuraciones de conectividad automática. Sirven para que te vayas conectando a los puntos de acceso a internet a medida que te desplazas, lo cual es muy práctico, pero muy peligroso. 

Controla tu bluetooth. La conectividad bluetooth permite que los dispositivos se comuniquen entre sí, y los piratas informáticos pueden buscar señales bluetooth abiertas para acceder a tu dispositivo. Así que no dejes conectado el bluetooth en espacios públicos.

Usa una VPN. ​​​​​​Todos los datos que envías y que recibes en redes wifi públicas estarán cifrados, de modo que todas tus comunicaciones estarán a salvo de espías y piratas.